El tema "huella de carbono" se transforma en un nuevo factor regulador del comercio internacional de productos agropecuarios, que es impuesto por los consumidores, al preferir o rechazar productos según sus huellas de carbono. El estudio contempla los siguientes productos: uva de mesa, paltas, ciruelas, manzanas, berries (arándanos, frambuesa congelada [convencional y orgánica]), maíz semilla, vinos (convencionales y orgánicos), quesos bovinos y carnes ovinas. La determinación de la huella de carbono considera el ciclo de vida de los productos, desde el establecimiento de los sistemas productivos hasta su recepción en los centros de distribución en el extranjero. El objetivo es mantener y/o aumentar la competitividad del sector agropecuario nacional, mediante una respuesta innovativa y sostenible, frente a posibles medidas que pueden afectar el comercio internacional de los productos nacionales. El avance del estudio se centra en 5 etapas, cada una de las cuales se encuentra asociada a un objetivo específico: 1) Definición y aplicación de metodología de cálculo de la huella de carbono; 2) Propuesta de opciones de mitigación viables; 3) Propuesta de estrategias políticas de apoyo; 4) Propuesta de código de buenas prácticas agrícolas, y 5) Transferencia.