Suelos forestales de la VIII Región



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Resumen
El proyecto identificó y caracterizó 6 grupos de suelos para la VIII región y 16 series de importancia forestal. Se pudieron entregar algunas recomendaciones generales sobre el manejo de los suelos en beneficio de la productividad de plantaciones de pino radiata: Suelos arenosos: Es conveniente el establecimiento de plantas fijadoras de nitrógeno para mejorar el crecimiento de los bosques. Es recomendable también, el empleo de prácticas que mejoren el régimen hídrico del suelo, tales como mantener cobertura o incorporación de materia orgánica, y reducir en la fase de establecimiento de pino la competencia con malezas. Suelos rojos arcillosos: Se recomienda no plantar con pino radiata suelos severamente erosionados o con fases poco profundas. Se sugiere como práctica usual para el establecimiento de plantaciones, el subsolado en curvas de nivel, control químico de malezas y fertilización boratada. Para mejorar los niveles de nitrógeno se pueden manejar los residuos y evitar las quemas que además, aumentan la compactación superficial. Suelos metamórficos: Se debe evitar la plantación de suelos cordilleranos de posición alta, de escasa profundidad y fuertes pendientes, ubicados mayoritariamente en la Cordillera de Nahuelbuta, desde Ramadinas hacia el sur. Los rodales ubicados en posiciones altas, expuestos a los vientos, deben manejarse considerando las características locales. Se sugiere sectorizar los suelos por rango de pendiente, para definir los métodos de cosecha que minimicen el deterioro del suelo por erosión o compactación. Suelos sedimentarios marinos: El principal problema que presentan las plantaciones establecidas en estos suelos, es la acción del viento que afecta su estabilidad, especialmente al establecimiento, tanto en la zona costera como en el interior. Se recomienda establecer fajas cortavientos. Debido a la textura arcillosa de los suelos, debe minimizarse el uso de equipos mecanizados de cosecha cuando el suelo esté húmedo, porque genera una severa compactación y caída de la calidad del sitio. Suelos graníticos: Se sugiere establecer especies distintas al pino radiata. Existen severos problemas de erosión de manto y de cárcavas, que han decapitado extensas áreas. Se recomienda no establecer plantaciones productivas en ellas. En la vertiente oriental de la cordillera de la costa, el establecimiento debe consultar subsolado en curvas de nivel, control químico de malezas y fertilización boratada. El uso de fuego debe restringirse al máximo. Suelos derivados de cenizas volcánicas: En el manejo de estos suelos deben evitarse prácticas que desencadenen procesos erosivos, para lo cual es apropiada la técnica de sectorización por pendiente para definir áreas de protección y sistemas de cosecha. Antes de establecer una plantación, debe estudiarse la profundidad efectiva del suelo, que presenta fuertes variaciones en las partes altas. En los sectores cordilleranos altos, hay limitantes de clima y suelo para el cultivo del pino radiata, por lo que deberían estudiarse especies alternativas.
Fecha
1985
Tabla de contenidos
Volumen 1. Informe Final.
Sector(es)
URI
https://bibliotecadigital.fia.cl/handle/20.500.11944/145140
Citation
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