La masa ganadera caprina nacional se concentra en la IV y la IX Región, fundamentalmente en áreas marginales. Esta actividad está orientada principalmente a la producción de carne y leche, lo que genera bajos excedentes económicos en estas áreas del secano donde existe una marcada estacionalidad y bajo aporte de la pradera. De esta forma, la alternativa de producción de leche de cabra requiere en forma permanente en el tiempo de alimentos de alta calidad, existiendo áreas limitadas para su expansión. Ante esta situación, se plantea la necesidad de estudiar, adaptar y establecer nuevos rubros productivos en el área pecuaria, que permitan incrementar la competitividad y ofrecer mejores perspectivas de desarrollo a los productores de esas zonas. Una manera de mejorar la sustentabilidad de estos ecosistemas es proteger el suelo, reduciendo las cargas o introduciendo animales de menor tamaño, característica que es propia de las cabras Cashmere. Al introducir este tipo de cabras al sistema existe un menor requerimiento alimenticio, y por consiguiente se otorga a este rubro una mayor compatibilidad con la conservación del medio y se maximiza el recurso forrajero.