La búsqueda de plantas silvestres en su medio natural, que satisfaga necesidades curativas en el hombre, está asociada con la historia y el desarrollo de la humanidad. Su origen se pierde en el tiempo pasado. Actualmente, se recurre a dos formas de conocimiento: una histórica, sobre la base de conocimientos empíricos, y otra científica. Las plantas en su medio natural son una fuente de materia prima, accesible en forma libre, sin control de volumen ni de una técnica de colecta en particular. La cosecha se traduce, a veces, en una disminución de la biomasa aérea y, otras veces, en el exterminio del ejemplar o individuo al extraerse su raíz o rizoma. Esto puede generar una presión selectiva de colecta y comercialización de determinadas especies, estimulada tanto por la demanda del mercado como por atributos supuestos sobre sus propiedades.