La raza ovina Latxa ingresa al país el año 1995, y desde entonces se ha dado una difusión de su germoplasma a lo largo de Chile. En ese marco, y para mejorar la calidad de los ejemplares, evitar la consanguinidad y la reproducción a través de machos desconocidos genéticamente, al momento de iniciar este proyecto se hace necesario disponer y mejorar los germoplasmas existentes a futuro, para asegurar la competitividad del rubro. En la década de los años 80, un programa genético de la raza Latxa (en el País Vasco) produjo grandes progresos a través de un adecuado uso de registros productivos, pruebas de mejoramiento de reproductores machos y uso de la inseminación artificial. En este contexto, y con el propósito de asegurar la permanencia y el mejoramiento de la raza Latxa, se plantea la creación de un núcleo genético de Latxa Cara Rubia (LCR) y Cara Negra (LCN) en Valdivia. Para desarrollar este proyecto, se incorporan 53 madres en total de ambas variedades para servir de base genética inicial, 4 machos LCN y 1 LCR. Posteriormente, se verifican las relaciones de parentesco y los registros de los animales recién llegados, para estructurar la base genética inicial. El material genético utilizado como mejorador provino de las madres seleccionadas y semen de machos probados mejoradores de un programa genético del País Vasco. Las hembras fueron seleccionadas según su valor genético a partir de su primera lactancia. Sobre las hembras seleccionadas se aplica un programa de reproducción basado en una alimentación y manejo apropiados, para la obtención del máximo número de crías por hembra presente en el rebaño.