Generalmente la avellana tostada es comercializada tanto en la calle, como en pequeños locales de ventas en envases neutros, sin un formato que sea consecuente con la calidad y los atributos de la avellana chilena. Escasamente se encuentra en supermercados y también sin mayor rotulación, lo que deja a la avellana chilena en desventaja respecto a otros productos como el maní, almendras, pistachos, etc. Por tanto, la empresa pretende rescatar este producto, dándole un valor agregado en su procesamiento, formato y presentación. A través de los últimos 8 anos, la empresa ha logrado producir derivados de avellanas chilenas con diferentes procesos y alta calidad, pero actualmente la empresa no puede tener acceso al Retail y menos al mercado gourmet, porque vende envasados en bolsa de polipropileno sin etiquetar (harina de avellana, avellana tostada, avellana con chocolates, etc.) Estos productos, requieren agregársele valor a través de optimización de los procesamientos y envasado, permitiendo envases que resguarden las características organolépticas, los atributos nutricionales y de origen: que sean una efectiva barrera para la humedad, entregue información del producto, sea funcional y atractivo, para llegar a nivel gourmet. Además la empresa no ha tenido una asesoría técnica en alimentos, para tablas nutricionales, como tampoco ha desarrollado una estrategia de promoción y publicidad.Para mejorar los productos, en este sentido, se requiere financiamiento para desarrollar e implementar un Plan de Marketing, que entregue los lineamientos de diseño y mejora de productos y procesos de la avellana. Esta nueva estrategia de marketing, permitirá que los productos envasados accedan a niveles de mercado gourmet (US$70 millones para el ano 2010) y que actualmente muestra sostenidas tendencias de crecimiento, entre 15 a 20% anual.