El vinagre de manzana que produce la agrupación es un producto de elaboración artesanal con materias primas de origen natural, sin presencia de químicos, que pasa por un proceso de maduración y fermentación en toneles de madera, lo cual da origen a un producto más purificado, de sabor diferenciado, que los expertos consideran de muy buena calidad. La producción de materia prima es local, se utilizan manzanas de ecotipos de la zona y de uso ancestral (Reineta, Limosa, Puchacay y Plátano) lo que favorece el medioambiente. Todos elementos que constituyen en sí mismos atributos diferenciadores, especialmente para el mercado gourmet donde se quiere apuntar. La empresa posee la marca Vieja Quinta, una marca potente que no se aprovecha en la gráfica del producto, ni se identifica claramente en la etiqueta. El vinagre se presenta en envases de vidrio de 250ml y 500ml, con tapa rosca, sin sello en la botella, lo que representa un potencial problema de "fraude económico" y contaminación. La etapa del proceso en toneles de madera, donde el producto es envejecido por un año, le otorga un sabor privilegiado, que lo diferencia de la competencia. La guarda de dos años también representa una calidad diferenciada, lo que permite un proceso de fermentación más completo, una mayor decantación del producto, un mejor filtrado, un mejor sabor y mayores propiedades funcionales, inherentes al vinagre de manzana de buena calidad. Actualmente, es un producto reconocido y demandado por sus atributos funcionales, por consumidores que en forma creciente lo prefieren por sus beneficios para la salud. El vinagre de manzana Vieja Quinta, por sus manejos productivos y forma de elaboración, cumple sobradamente con la calidad esperada en estos mercados.