Actualmente, el agricultor se destaca por producir variedades de papas, lechugas de diferentes tipos y colores, acelga verde, roja y amarilla, habas, arvejas, cilantro, perejil, espinaca, zapallo italiano, arvejas sinhilas, betarragas, zanahorias, rúcula, rabanitos, cebollín, topinambur y repollo. Las papas nativas tienen un excelente rendimiento, y se pueden diferenciar las variedades de acuerdo a su uso o color. Todos estos productos se comercializan de manera individual y a granel, sin un concepto o una marca definida que los caracterice. El atributo principal que destaca en todos ellos es la buena calidad, considerando conceptos como tamaño, sabor, color, textura, frescura y usos específicos; es decir, cada producto permite la elaboración de una receta culinaria especial. Por ejemplo, en el caso de las papas, destacan algunas especiales para puré, otras para papas fritas, para ñoquis, ensaladas, etc., lo que les da versatilidad culinaria. Además, son naturales, sin valor agregado, y alimentos saludables en base a las técnicas de producción. Existe una amplia gama que debe observarse objetivamente y en panorámica, para decidir cuál se va a definir y potenciar, donde quizás el caballito de batalla debieran ser las papas en sus diferentes formatos, para poder llegar a ofrecer un producto que entregue una experiencia de consumo único.