En el cultivo del manzano, la labor cultural que determina el tamaño comercial de manzanas es el raleo, el cual se efectúa en floración (20 días después de plena flor) y con frutos muy pequeños (máximo 16 mm) a través de un raleo químico, en base a productos caústicos, carbaril y reguladores de crecimiento. Además se debe realizar un raleo manual de frutos en desarrollo posterior, que requiere, en promedio, 40 jornadas por hectárea, alrededor de US$1.000-1.200 por hectárea. El objetivo del proyecto es disminuir la brecha existente en la eficacia del raleo químico, pues aunque de amplio uso en el país, éste no es lo suficientemente efectivo para eliminar o reducir a un mínimo la labor de raleo manual, como ocurre en otras áreas manzaneras. Por lo tanto, el valor potencial de la mejora para la industria del manzano en Chile es US$1.000 x 35.000 ha. Vale recordar que la labor de raleo manual es muy concentrada en el mes de noviembre.