La demanda mundial creciente de proteína vegetal presenta una oportunidad única para la agricultura chilena, en especial para la agricultura familiar campesina, AFC. La capacidad de traspasar los beneficios de esta oportunidad a la agricultura del sur de Chile dependerá de la creación de alternativas productivas con alto valor proteico y bajo costo productivo, para asegurar su competitividad frente a la torta de soya importada. El CGNA ha generado un lupino amarillo con 60% de proteína en el grano descascarado y adaptado a las condiciones de La Araucanía. Sin embargo, el éxito de esta alternativa dependerá del uso de tecnologías que aseguren rendimientos de grano, contenido proteico y bajo costo productivo, especialmente para la AFC. Por ello, se propone desarrollar un biofertilizante específico para el lupino amarillo, compuesto por cepas seleccionadas de bacterias fijadoras de nitrógeno, de bajo costo, mediante microencapsulación, como alternativa a la fertilización nitrogenada, sin que ello signifique pérdida de rendimiento ni de proteína por hectárea, con el consiguiente efecto positivo en costos y el medio ambiente. En un escenario conservador, si se mantienen los niveles de producción actual, el agricultor incrementaría sus ingresos en estos mismos niveles. Sin embargo, dado esta nueva tecnología propuesta, lo mínimo esperable es un aumento en la producción, por tanto su incremento de ingreso debería ser mayor.