El proyecto pretende contribuir al desarrollo hortícola de la Región de Aysén, diseñando y validando un prototipo de invernadero calefaccionado con la finalidad de abastecer el mercado local con hortalizas de hojas frescas fuera de temporada. Con esto se apunta a contribuir con el rompimiento de la estacionalidad de la oferta de hortalizas regionales, que se limita al periodo comprendido entre finales de septiembre y abril. La materialización de este proyecto en las cercanías de la ciudad de Coyhaique, espera generar volúmenes de producción adicionales a los actuales, pudiendo lograr al menos una producción extra en el año, generando posibilidades de mejorar la productividad en la zona, logrando una mayor estabilidad productiva y económica. La idea innovadora es diseñar y construir un invernadero de 240 m2 de superficie, con materiales que no han sido probados en la región en la construcción de invernaderos: metalcom y policarbonato. Con esto se espera reducir las pérdidas de calor y así poder implementar un sistema de calefacción activa en base a agua caliente circulante dentro de un circuito cerrado, que sea eficiente y económico. La puesta en marcha del proyecto conlleva a la satisfacción de una demanda creciente por este tipo de productos. Además, generará empleos, conocimientos técnicos de gran valor, que serán transmitidos a los productores locales y a la sociedad que los precise, mediante mecanismos de difusión y transferencia, haciendo posible las réplicas de este sistema en otros lugares, con los consecuentes beneficios que esto conlleva.