Considerando que el curanto es la preparación más típica de Chiloé y parte del patrimonio cultural por su especial preparación y cantidad de ingredientes originarios que contiene, y que actualmente sólo se consume recién preparado y aún no hay alternativas para su conservación, es pertinente evaluar las implicancias mercantiles y técnicas de elaborarlo industrialmente, a fin de ampliar su rango de conservación manteniendo las propiedades organolépticas de los ingredientes propios de la isla, que lo hacen particular y único. Este logro implicaría sacar a este producto de la burbuja de consumo que comprende a la isla, y darlo a conocer como conserva en el mercado nacional.