Las exportaciones de fruta aportan significativas divisas a la industria y son una importante fuente de empleo; en los últimos 10 años el número de cajas exportadas ha aumentado de 160 millones a 270. Sin embargo, la fruticultura de exportación debe cumplir con las exigencias de los mercados de destino, que incluyen el cumplimiento de normas cuarentenarias que restringen dichos envíos a importantes recibidores. Una de las principales plagas cuarentenarias nacionales que causa rechazos corresponde al ácaro nativo Brevipalpus chilensis, por lo que es imprescindible una identificación confiable, que garantice que los ejemplares encontrados no pertenecen a otra especie del mismo género no cuarentenada. De esta forma se podría disminuir el daño comercial que conlleva una identificación equivocada.