Los cambios en las demandas alimenticias actuales han hecho que consumidores no sólo demanden sanidad, calidad e inocuidad de la oferta alimentaria, sino también productos generados localmente. El proyecto que es un modelo piloto de agronegocio busca el desarrollo de una barra de frutos secos, con una cubierta de forma ovalada a priori, sólida y hueca en base a piñones, castañas o avellanas, que se rellena con una sustancia viscosa y agridulce de arrayán, rosa mosqueta, murta, mora, maqui y lleuque, además de otras frutas introducidas, como frambuesa, manzanas o ciruelas, según disponibilidad de temporada. Se desarrolla un modelo piloto de encadenamiento productivo y asociativo saludable y sustentable en base a frutos secos y frescos de la región de La Araucanía. Los impactos positivos productivos, económicos, sociales, de género y culturales del proyecto, beneficia a pequeños productores y recolectores, especialmente mapuche, de las comunas de Curarrehue, Saavedra y Temuco, que considera un enfoque de sustentabilidad.