La infraestructura para terneros de crianza en pequeñas y medianas empresas lecheras nacionales, se caracteriza por ser de deficiente calidad y estar construida principalmente en madera y fierro, materiales no sustentables, de elevado costo y que impiden obtener el máximo potencial productivo en el proceso de crianza. Este problema impide cumplir las exigencias mínimas sanitarias y de bienestar animal, ya que la acumulación de materia orgánica en los poros y la superficie de la madera facilita la proliferación de microorganismos que permanecen en estado de latencia, los cuales desarrollan permanentemente cuadros clínicos de neumonía y diarrea en los terneros, situación que afecta la reposición del rebaño y recría de terneros para engorda.