El mercado de los alimentos saludables se ha globalizado, impulsado por una creciente demanda de alimentos básicos, naturales, inocuos, funcionales y de calidad. Manki genera un paté 100% vegetal, a base de quínoa y amaranto, que cuenta con atributos organolépticos y sensoriales similares al paté de origen cárnico que se encuentra en el mercado, y que además, es un producto libre de sellos de advertencia nutricional. En el proyecto se obtienen 4 variedades de patés vegetales, validados sensorial y microbiológicamente, principales desafíos tecnológicos: alcanzar una textura adecuada para los productos, además de mantener la estabilidad físico-química y microbiológica de 12 meses de vida útil en un packaging adecuado. Se trabaja en la utilización de nuevas tecnologías de molienda y procesamiento (equipo Robot Cook), que logra mayores velocidades de agitación, además de mezclar y moler de forma simultánea. Se opta por realizar la esterilización del producto, para asegurar la inocuidad por más tiempo.