Los métodos activos para el control de heladas existentes actualmente en las regiones de O'Higgins y Maule, en la mayoría de los casos, no fueron capaces de controlar las heladas del mes de septiembre del año 2013, con importantes perjuicios sociales y económicos para estas regiones. De acuerdo a cifras oficiales, los efectos de estas heladas fueron devastadores para la agricultura en general. Desde pequeños agricultores hasta grandes empresas agrícolas sufrieron el daño producido, afectando no sólo sus producciones anuales, contratación de mano de obra y estabilidad financiera, sino también las producciones de las temporadas siguientes.