Durante el período de brotación, en los viñedos realiza el desbrote manual del tronco y del cordón frutal, a fin de fumigar correctamente y orientar los recursos de la planta hacia las yemas frutales. Ello implica el uso intensivo de mano de obra, la cual actualmente es muy escasa. Cabe señalar que el no poder desbrotar oportunamente incide en las fases consecutivas de aplicación de herbicida y control de maleza, lo que impacta negativamente la producción y/o calidad final del vino. Esto ha llevado a mecanizar el desbrotado mediante la aplicación de productos químicos, a fin de eliminar los brotes inadecuados; sin embargo, la máquina actualmente disponible en el mercado aplica el producto en forma pareja, con la consecuente pérdida de químico, y una dosis innecesaria queda tanto en la parra, como en la tierra.