El rubro ovino ha sido el "pariente pobre" de la ganadería del sur de Chile. La tecnología empleada es de muy bajo nivel, tanto en la base del sistema productivo ganadero, las praderas, como en la producción ovina propiamente tal (Claro Mimica, 2015). En la Región de Los Lagos, parte importante de los agricultores familiares mantiene unos diez ovinos en su predio para el autoconsumo; algunos son esquilados una vez al año y en el resto de los animales la lana se va desprendiendo en forma natural y se pierde. En el caso de productores con un número mayor de animales (cincuenta cabezas en promedio) sí se realiza la esquila anualmente.