En pleno desierto de Atacama, el oasis del Valle de Codpa es uno de los centros de producción más antiguos de la vitivinicultura chilena. Los orígenes de su vino, llamado Pintatani, se remontan al siglo XVI junto a la llegada de los españoles, y corresponde al vino producido más al norte de nuestro país. Los niveles de producción tuvieron un esplendoroso pasado con registros cercanos a los 100.000 litros anuales, sin embargo, en los últimos años han tenido una disminución constante, alcanzando apenas una producción actual cercana a los 5.000 litros. Entre los factores que explican esta tendencia están el bajo nivel tecnológico de los productores, pequeños agricultores con unidades productivas menores a una hectárea, y el decaimiento del potencial productivo de los viñedos, que en su mayoría tienen más de 100 años.