Esta propuesta tiene como objetivo producir a escala humana vinos patrimoniales regionales, como chacolí, chicha, pipeño y vino de pasas, y además agregar valor a los vinos naturales actualmente producidos (ejecutor más asociados), y así aumentar su competitividad mediante la agregación de valor, tanto en su etapa productiva (inocuidad y consistencia en la calidad organoléptica final) como también mediante el desarrollo de un concepto común llevado a cabo a través de una fuerte estrategia de marketing y packaging. La idea es generar un “sello” o “logo” común, que se pueda usar en los productos, que refleje y contribuya a crear una identidad propia como productores de vinos patrimoniales de alta calidad, fieles a su origen y carácter.