En la temporada de incendios forestales del año 2017 se identificaron más de 400 siniestros, que afectaron principalmente a las regiones de O´Higgins, Maule y Biobío, los que fueron denominados como “Tormenta de fuego” por su intensidad y agresividad. Estos eventos se dieron producto de la prolongada sequía que enfrenta la mayoría del territorio nacional, de las más altas temperaturas con registros históricos, y del alto estrés hídrico vegetacional, junto a otros elementos de carácter antrópico. Producto de esta catástrofe, gran parte de los recursos vegetacionales, de suelo y agua de las regiones mencionadas se vieron afectados, provocando una merma importante en los ámbitos productivo, ambiental y social de los territorios. Alrededor de 387 mil hectáreas se quemaron, de cuales un 58% correspondió a plantaciones forestales, un 15% a bosque nativo, 17% a matorrales, 6% a suelos con rotación de cultivos, y un 4% a suelos agrícolas y praderas, sin mencionar los daños a la fauna nativa y doméstica presentes en dichos territorios. En el presente documento, se sistematizan las acciones llevadas a cabo para estructurar e implementar el Piloto de Innovación Territorial en Restauración para la localidad de San Antonio de Cuda.