La participación de Chile en el negocio del arándano, principalmente orientado a fruta fresca, ha mantenido una tasa de crecimiento anual sostenida al alza por más de una década; sin embargo, la irrupción de Perú como productor y exportador generó alertas en Chile por el acelerado crecimiento y precocidad de su producción de arándanos, apareciendo en el mercado con una oferta anticipada respecto al arándano chileno. A esto se suma la aparición a nivel mundial de nuevos países en el negocio del arándano comercializado en fresco, los cuales han ido desplazando la oferta de fruta nacional por la inferior calidad principalmente en relación a la firmeza del fruto. En este sentido, algunos productores y exportadores nacionales han considerado la diversificación varietal en las unidades productivas con la introducción de nuevo material genético que les permita recuperar competitividad en aspectos del fruto como firmeza, calibre, color y sabor; manejo agronómico acorde a cada variedad; mayor rendimiento y costo operacional más eficiente.