[ejecutor] Universidad de Chile2017-03-062017-03-061985https://bibliotecadigital.fia.cl/handle/20.500.11944/145136El correcto manejo de los desechos agropecuarios se logró a través de diferentes tratamientos que implicaron un reciclaje de las materias orgánicas. Estos tratamientos se realizaron mediante digestión aeróbica (compost) o anaeróbica (bioabono); en ambos casos, se obtuvo un producto estabilizado, inodoro, rico en nutrientes y libre de microorganismos patógenos. A través de la biodigestión anaeróbica, se obtuvo además, energía gaseosa (biogas) para uso doméstico o agroindustrial. Se determinó que el proceso de biodigestión anaeróbica, así como la cantidad de biogas que se produjo por volumen o unidad de masa de materia prima, es función de la temperatura, del tipo y cantidad de materia prima disponible, de la concentración de sólidos y del digestor que se utilizó. Para el desarrollo óptimo del proceso, se distinguieron dos rangos de temperaturas: el mesófilo (25 a 45ºC) y el termófilo (50 a 60ºC). Dado que la factibilidad de implementar la tecnología del biogas en Chile, está sujeta a la disponibilidad potencial de materias primas biodigeribles y a las temperaturas medias atmosféricas, se determinó que las zonas ecológicas potenciales están comprendidas entre la IV y VIII Región. La IV Región presentó las mejores perspectivas en cuanto a clima, pero menor porcentaje de desechos disponibles para procesar. A medida que se avanza hacia la zona sur, esta disponibilidad aumenta, pero debido a las menores temperaturas atmosféricas la producción de biogas iría decreciendo. La biodigestión anaeróbica mostró una drástica reducción de los microorganismos patógenos, mejorando las condiciones sanitarias y los problemas de contaminación. La incorporación de bioabonos al suelo, mejoró la fertilidad natural del suelo y por lo tanto su productividad. Se observó que si el sistema de manejo en campo está basado en la incorporación de abonos orgánicos en dosis bajas, esto conduce a un período de transición, durante el cual se produce un incremento de nutrientes y mejoramiento de las propiedades físicas del suelo. La utilización de abonos orgánicos como acondicionadores de suelos, se mostró interesante para ser incluido en todo plan de manejo de la productividad, ya sea a mediano o a largo plazo; además puede permitir la incorporación de terrenos marginales a la producción.Volumen 1. Informe Final.DESECHOS AGRÍCOLASRECICLAJEMATERIA ORGÁNICABIODIGESTIÓNAprovechamiento racional de desechos orgánicosProyectos