Pablo Grau Beretta2019-08-072019-08-072009https://bibliotecadigital.fia.cl/handle/20.500.11944/14642895 páginas : ilustraciones.El avellano europeo (Corylus avellana L.) parece tener su origen en el Ponto, Asia Menor, desde donde fue importado por los griegos. Su cultivo es muy antiguo y se relaciona con aquellos habitantes de lugares cercanos a los lagos que buscaban los frutos del avellano. Los griegos y romanos lo cultivaban distinguiendo varios tipos. A fines de la Edad Media el cultivo del avellano se impuso en la arboricultura europea, y actualmente esta planta está muy difundida tanto en estado silvestre como cultivada. El avellano se expandió en Europa como consecuencia del arranque de viñas, producto de la crisis de la filoxera (Daktulosphaira vitifo/iae). Ningún evento, plaga o enfermedad, se propagó tan rápido e impulsó el cambio de los ejes de producción de uva como lo hizo la llegada de este insecto a Europa desde Norteamérica a finales del siglo XIX. Es un claro ejemplo de la intervención del hombre como factor clave de la dispersión de una plaga. El avellano llegó a Chile probablemente con los españoles, siendo en la década del 90 cuando se comienza a cultivar comercialmente. En nuestro país se le denomina avellano europeo sólo para diferenciarlo de la avellana chilena (Gevuina avellana Malina), especie completamente distinta y nativa en Chile.Prólogo -- Introducción -- Características ecológicas y descriptivas del avellano -- Material vegetal a utilizar en plantaciones -- Establecimiento de un huerto de avellano -- Cuidados culturales post-plantación -- Cosecha y manejo del fruto en poscosecha -- Resultados de ensayos demostrativos en Chile -- Conclusiones y recomendaciones.AVELLANO EUROPEOCOSECHASMANEJOHUERTOSPOSCOSECHAManual de Avellano EuropeoLibros