Chile ya posee indicadores de la preocupación y del impacto sobre la percepción pública que el desarrollo de cultivos transgénicos ha acarreado. El presente proyecto FIA, iniciado en 2001 claramente ha permitido cimentar bases técnicas para continuar con esta área de trabajo en el contexto de la co-existencia agrícola y la pureza genética de semillas. Este proyecto pionero ha generado las primeras informaciones sobre el impacto de los distintos tipos de semilleros diseñados y exigidos para maíz y canola. También en él se desarrollaron (y desarrollan) facetas experimentales para determinación de factibilidad de hibridación entre distintas especies de Solanum (tuberosum, maglia, stoloniferum, lugustrinum, albicans, chacoense y verrucosum)