De todas las actividades humanas, el uso de fertilizantes sintéticos nitrogenados del tipo Urea, aportan anual y mundialmente, el equivalente a 2.100 millones de toneladas de dióxido de carbono, el gas de efecto invernadero más perjudicial para el medio ambiente. Hoy existe una preocupación creciente por el cuidado y preservación de los recursos naturales, del mismo modo esta preocupación se extiende hacia el consumo de alimentos sanos, nutritivos e inocuos para la salud de las personas y como resultados de procesos de explotación agrícola sustentables.