Históricamente, la producción de nueces ha tenido como límite hacia el sur a la Sexta Región. La atractiva rentabilidad que ha mantenido el negocio ha motivado la búsqueda de la expansión del mismo hacia zonas más australes, donde es posible encontrar terrenos de menor valor, que no compiten con la fruticultura de la zona Centro-Sur. Sin embargo, en regiones como la Octava, Novena y Décima, el cultivo enfrenta limitantes importantes y crecientes con la latitud, que incluyen heladas de primavera, lluvias más abundantes y alta humedad. Estos fenómenos aumentan la incidencia de algunas enfermedades (entre ellas, la peste negra) y dificultan la cosecha rápida y el secado que requiere la fruta, para obtener un producto de calidad exportable. En vista de estas restricciones y su incidencia sobre la rentabilidad del cultivo, el desplazamiento del mismo hacia el sur ha requerido del desarrollo de experiencias que permitan evaluar el desempeño productivo de distintas variedades, identificando las localidades donde el cultivo podría ser desarrollado en condiciones competitivas. Los resultados obtenidos en el proyecto precursor en la Octava Región son favorables para el desarrollo del cultivo. Respecto de la Novena, los resultados son auspiciosos, pero señalan limitaciones geográficas en ciertas localidades, por lo que en esta zona es preciso identificar adecuadamente los sectores de mejor perspectiva. Las condiciones de la Décima Región exigirían una selección mucho más rigurosa de los sectores con potencial de desarrollo.