Los pequeños productores lecheros no cuentan con un sistema de enfriamiento acorde a sus necesidades, lo cual limita su comercialización de leche. Muchos de ellos se encuentran asociados a un centro de acopio lechero que es básicamente un estanque al cual es trasladada la leche en tarros desde los predios. Esto implica dos problemas: 1) La leche no se enfría inmediatamente generando proliferación de bacterias, lo cual es castigado por las plantas. 2) El transporte al acopio tiene un alto costo, lo cual incide en menores precios. La gran mayoría de los pequeños productores no puede instalar estanques porque sus volúmenes de producción de leche son reducidos y no se justifica económicamente el gasto energético adicional de instalar un estanque. Además, para las plantas lecheras no es viable económicamente recolectar pequeños volúmenes de leche. Existen también pequeños productores no asociados a los centros de acopio que por no contar con un sistema de enfriamiento de bajo costo operacional, no pueden acceder a entregar su leche a plantas, debiendo hacerlo a pequeñas queseras. Las queseras que reciben leche de pequeños productores tienen altos costos de recolección (al igual que los acopios), ya que deben retirar la leche a diario para evitar altos niveles de contaminación, debido a la no existencia de un sistema de enfriamiento.