La tuna (Opuntia ficus indica) es un fruto cuya demanda es relativamente baja motivada especialmente por las dificultades que reviste su proceso de pelado. Sin embargo, sus características organolépticas y nutricionales son notables. El proyecto busca desarrollar tecnologías para reemplazar la piel de los frutos de tuna por un recubrimiento comestible aprobado por las legislaciones sanitarias pertinentes, que permita que los frutos continúen sus procesos fisiológicos propios de los frutos frescos, sin alterar sus características organolépticas, microbiológicas, nutricionales y de aceptación. Complementariamente, se busca adaptar envases que potencien las características ya mencionadas. El proyecto agregará valor a producciones de tunas de la zona de Polpaico, Tiltil y Rungue (RM), que permita insertarlo en un mercado sofisticado que privilegia el consumo de productos frescos - naturales con alto valor agregado. Como resultados se espera, en primer lugar, el disponer de frutos pelados recubiertos con una duración mayor de vida útil que los frutos no tratados, manteniendo las características organolépticas, nutricionales, microbiológicas óptimas para el consumo, por el efecto combinado del recubrimiento del envase potenciador y la reducción de la tasa respiratoria.