Al momento de iniciarse este proyecto, la Red de Agroturismo de Chiloé agrupaba a 19 establecimientos agroturísticos y microempresas familiares de pequeños productores agropecuarios de la X Región, que estaban constituidos en una asociación gremial. En ese entonces la organización se proyectaba a futuro como una empresa asociativa campesina, solvente, solidaria y cohesionada, en donde cada socio se beneficiaría en forma equitativa tanto en lo económico como en lo personal. Frente al aumento sostenido de la demanda de turismo rural a nivel mundial, esta red de microempresarios campesinos se vio en la necesidad de enfrentar un mercado en franco posicionamiento y cada vez más exigente en los servicios demandados. De esta manera, y frente al incremento constante de la diversa oferta turística nacional, esta red consideró prioritario capacitarse en el proceso de toma de decisiones, de modo que sus microempresarios pudieran fortalecer sus habilidades para enfrentar los nuevos requerimientos de la actividad.