En el año 2011 la superficie cultivada de arándanos en la Región del Biobío correspondió al 33% del total nacional, la cual pertenece, principalmente, a pequeños productores. Para la agricultura familiar campesina este cultivo ha llegado a constituirse en una importante actividad, aunque muestra problemas en la comercialización y manejo de conservación de la fruta en postcosecha. En consecuencia, en la Región existe una oferta de arándanos considerable que queda disponible en el mercado interno y que debe ser rápidamente consumida si no se dispone de cámaras de conservación en frío o si no se procesa para aumentar su vida útil. Con el desarrollo de este proyecto se espera aprovechar la disponibilidad de arándanos y desarrollar pequeñas esferas rellenas con jugo, el cual presenta una alta concentración de antioxidantes y agradables propiedades organolépticas.